-1- El ESCUCHAR REDUCE LA TENSIÓN pues al brindarles la oportunidad de expresar su opinión o inquietudes les ayudaremos a despejar tensión y hostilidad del ambiente en el cual se desenvuelve.
-2- ESCUCHÁNDOLES APRENDEMOS sobre sus inquietudes, sobre lo que quiere decirnos con las palabras y sus gestos. Valorando siempre sus sentimientos, temperamento, habilidad verbal e inteligencia.
-3- ESCUCHANDO FOMENTARAN AMISTAD ya que el anciano se sentirá a gusto si le escuchas y respondes atentamente.
-4- AL ESCUCHAR LE AYUDAMOS A RESOLVER CONFLICTOS pues si no le prestamos atención no conoceremos los desacuerdos que tenga con otras personas ni podremos ayudarle a buscar alternativas o soluciones.
-5- ESCUCHANDO LE ESTIMULAMOS A HABLAR, ya que al escucharles activamente, atentamente y con interés, le animaremos a exponer sus mejores ideas.
-6- Al ESCUCHARLES EVITAMOS PROBLEMAS porque al conocer sus sentimientos no emitiremos juicios ni criticas.
Aprender para escuchar -y me refiero a escuchar en serio- es la cosa más importante que podemos hacer para mejorar la comunicación en la vida.
Muchos aspectos de nuestras vidas son controlados directa o indirectamente por nuestra capacidad o nuestra incapacidad de escuchar.
Hay diferencia entre la escucha pasiva y la activa..
La escucha activa consiste en dedicarte a mejorar tus habilidades para escuchar. Y eso incluye ponernos alertas respecto a nuestras reacciones y más aún sobre nuestras tendencias.
Para una escucha pasiva solo necesitamos oír y oír es fácil, pues todo cuanto necesitamos es un par de oídos.
Sin embargo escuchar requiere de tus oídos y tu cerebro.
La mayoría de la gente de este mundo les gusta hablar más que escuchar. Mejorar nuestra capacidad para escuchar requiere ir paso a paso.
Al escuchar observa el lenguaje personal del anciano con quien hablas, es importante empatizar, de hacerte preguntas ¿Cómo me sentiría yo en esta situación? ¿Podría ponerme en su lugar?’
Al concentrarte el anciano comenzará a abrirse más contigo, porque lo haces sentir seguro e importante.
No le interrumpas
De ves en cuando hazle gestos que le animen a continuar hablando o usa determinadas palabras que le indiquen que le animas a continuar hablando como lo es asentir con la cabeza o utiliza palabras tales como ‘bien‘ ‘continúa‘, etc.
Al hacer esto ellos responderán de manera positiva, lo que realmente haces, es recordarles que ellos están siendo escuchados, lo cual significa que apreciarán tu confianza y a la vez tu interés en ellos.
Vuelve a mencionar lo que estás escuchando de la otra persona, pero hazlo con tus propias palabras. O al menos, precede tus respuestas con frases como, “escucho que dices…” o “a mi me parece que tú…”. Notarás que tus conversaciones se vuelven más envolventes y productivas cuando le haces saber a la gente de manera ‘literal’ que los estás escuchando.
La llave para el corazón de cualquier persona, son los detalles. El ser humano tiene una inclinación natural a los pequeños detalles más que a las grandes cosas. Esto se debe a que los detalles causan más impacto en nosotros cuanto más sabemos sobre algo, más capaces seremos de empatizar con ello
Asegurarles a las otras personas que poseemos una mente abierta es una buena forma de evitar juzgar y a la vez establecer una relación de confianza.
Se honesto
La honestidad lo es todo. Si antes he dicho que no hay nada más importante que escuchar, la honestidad lo es más aún. La verdad engendra verdad, pero ser totalmente honesto a veces puede asustarnos, porque a veces significa confiarle a otros aspectos importantes o privados de nuestra vida. Pero no podemos esperar honestidad, si nosotros mismos nos negamos total y brutalmente a ella.
Cierto es que en algunas ocasiones las mentiras blancas son buenas o incluso en el peor de los casos son la única y mejor opción, pero en situaciones en las cuales exiges la verdad, sería bueno que comenzaras por decir tu mismo la verdad. No hay sentimiento más bello que el saber que puedes confiar ciegamente en alguien y saber que alguien puede confiar ciegamente en ti.
No hay cosa que la gente ame más que ser escuchado (realmente escuchado). Tal vez sea por eso que muchas personas visitan a los terapeutas y consejeros. Entre más objetivo, activo y comprometido seas a la hora de escuchar, más productivas y agradables serán tus conversaciones.
Todo lo que necesitamos es un par de oídos, un cerebro, un poco de esfuerzo y empatía hacia la otra persona, lo demás llegara sin ningún apuro.
autora
raquel demorizi
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