Hay envejecientes discapacitados que se ven en la obligación o necesidad de cuidar a otros con igual condición, similar o peor, quienes se ven en situación semejante nos sirven de motivación ya que estos tienen una historia de lucha y enseñanza que compartirnos.
Ha de ser triste y duro un adulto mayor que necesita del apoyo de otras personas tener que acudir al llamado de ayuda que le implore un familiar u amigo. Muchos decimos que preferimos la muerte antes de no poder valorarnos por nuestras propias fuerzas, ya que nuestra independencia se ve anulada, y esto es triste.
Pero al final lo mas importante es vivir hasta que nuestros días concluyan de acuerdo al plan divino. Cuán difícil ha de ser la vida para aquellos que dependen totalmente de quienes le rodean porque las fuerzas se han perdido, ni podemos realizar movimientos con precisión, hay dificultad al hablar, comer, manejo de extremidades superiores e inferiores. Por lo que sucede lo no deseado pero inevitable y es establecer un lazo estrecho con quien te auxilia.
Pero como Dios no desampara sus hijos, de seguro usted observara de que forma tan maravillosa día a día surgen alternativas por medio de las cuales usted suele desempeñarse cuando nadie esta cercana a usted o esta solo.
Y lo mas lindo aun es que a pesar de sus condiciones puede servir a otros. Nunca imaginamos como la vida puede cambiarnos en fracción de segundos, la impotencia nos hace sentir como seres inservibles, una carga para todos aquellos con quienes convivimos.
No obstante a pesar de todas las adversidades, que ninguna enfermedad ni cansancio nos empujen a dejar de luchar por vivir.
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