No todas están en condiciones, es ardua labor y a veces los hijos abusan en este sentido y tienen que cuidar los nietos a tiempo y fuera de tiempo. Muchas abuelas no están en condiciones físicas de seguir criando, o están cansadas de esto o simplemente no quieren hacerlo. Otras lo hacen por obligación o imposición. Aman los nietos pero de lejitos. Por otra parte encontramos abuelas encantadas en ayudar. Casi todas disfrutan sus nietos.
Las nueras, hijas, yernos e hijos no deben enojarse porque sus madres no accedan a cuidar los nietos. Si consideran que ese tiempo pasó y es hora de disfrutar del tiempo que les queda por vivir haciendo algo a favor de si mismas, eso no es malo. Muchos hijos no agradecen mínimamente el esfuerzo que las abuelas hacen por dar de si lo mejor tratándolas como cuidadoras o con indiferencia y quizás crean que es su deber, no es así, están equivocados. Algunos hijos son indiferentes no consideran si ellas pueden o no hoy, si están enfermas, opinan deben siempre estar a su disposición y sin paga. Pero como aman sus nietos lo hacen con dedicación y esmero pero el amor debe ser recompensado.
Hay abuelas que antes de los hijos casarse les tienen bien claros que los verán, darán cariñitos y bye, bye. Nada de cuidarlos ni criarlos, dicen para eso están sus padres ya yo hice mi parte. Estas abuelas la pasaron dedicadas a los suyos sin tomarlas en cuenta y cuando descubren al término de su responsabilidad que fuera de los hijos, de los suyos, del hogar hay otro mundo desean aprovechar lo que les queda y vivir. Descubren que hay tiempo de reconstruir sus vidas, tener aventuras, alcanzar propósitos y metas, y todo esto ahora es su prioridad por tanto volver a criar queda depositada en manos de quien los parió. Y eso esta muy bien.
Puede que algunas sientan temor de que si a los nietos les sucede algo en sus manos o las cosas no acontezcan como estaba previsto sean culpadas pues poseen fama de que malcrían y consienten. Entonces en este caso es preferible mantenerse al margen y lavarse las manos como Pilatos.
Finalmente las abuelas solo estamos para consentir y mimar. ¿Cómo te quedó?
LIC. RAQUEL DEMORIZI L.
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