Tan rápidas y fugaces que entenderlas no puedo.
Te caes, golpeas y levantas
Como si fueran de búfalo tus fuerzas
Saltas de aquí para allá sin cansarte, ni agotarte.
Al golpearte llorando corres a los brazos de tus padres
Con moratones te declaras vencedor
Con lágrimas aún fluyendo
Vuelves a intentarlo con más denuedo.
Cuando estás quedito, cuando estás dormido.
Tiene tu carita el reflejo tierno
De un celeste ángel bajado del cielo
Hasta me parece que es el resultado
Después del Señor mecerte en sus brazos.
Todo estaá en calma, tranquilo, sereno
Se escucha el sonido de un ave al pasar
Pero al abrir tus ojos, al despertar
Seguido te paras y parece al instante
Haberse alzado una tempestad.
Tan solo se escucha por doquier la alerta
Constante, advirtiendo ¡CUIDADO! te caes
Oh, pequeño Baby, eres tan gracioso,
Me haces reir, y reir sin cesar.
Que mi nieto crezca siempre bien hermoso
Pido día a día a nuestro Señor
Pero sobre todas las cosas que nunca le falte su bendición.
A mi sexto nieto con amor
Autora RAQUEL D. M. DEMORIZI L.
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