Los envejecientes de nuestro país no tienen felicidad para permanecer junto con sus seres queridos en sus últimos días. Se puede observar en el sistema de salud, techo, transporte, alimentación, orientación, medicina y otros servicios, la deficiencia que hay. No es difícil realizar un estudio pormenorizado, de la cantidad de envejecientes que existe en las provincias, municipios, parajes, secciones y en cualquier rincón del territorio nacional. Y ese mismo orden, con qué cuenta ellos para su subsistencia.
La realidad es que un anciano paga la misma cantidad de dinero de pasaje cuando utiliza el servicio de transporte público, que todas las personas. Un anciano que resida sólo o con su pareja paga el mismo precio del servicio de energía eléctrica o el precio de kilo que la demás personas. La mayoría de envejecientes no tiene la misma posibilidad de acudir a un médico especializado con su edad, como algunos con posibilidades económicas.
Cuando de medicina se trata los envejecientes se encuentran completamente desamparados. Los derechos de los envejecientes en nuestro país, deben darse a conocer como se le dan a conocer los derechos de los niños, niñas y adolescentes, por todos los medios. Las instituciones a cargo de proteger, cuidar y velar de los envejecientes, no puede ser secreto de Estado ni anónimo.
El tema de los viejos debe darse a conocer en todas las instituciones del Estado, sin dejar excluir a ninguna. No puede presentarse excepción para evitar discutir beneficios, ventajas y derechos de envejecientes. La República Dominicana debe estar en los países más actualizados en ventajas y beneficios de los envejecientes. Las mujeres luchan por sus derechos para igualarlo frente a los hombres. ¿Quiénes van a luchar por el mejor bienestar para los envejecientes de nuestro país?
Los partidos políticos deben iniciar la voz cantante e incentivar una discusión de la situación real, y buscar los beneficios que puedan existir a la problemática de los envejecientes. Presentando proyectos encaminados a mejorar la vida de nuestros viejos por mediación de sus representantes legisladores, dándole el seguimiento hasta convertirlo en ley.
Aparte de los partidos políticos, que se unan las instituciones interesadas por velar los derechos de los envejecientes, ayudado por los sectores religiosos, gremiales y sindicales, ya que, todos quieren llegar y pasar por la vida de los envejecientes.
En otra oportunidad seguiremos tratando el tema de los derechos que puedan beneficiar a tener mejor los últimos días de la vida de nuestros viejos dominicanos y dominicanas.
ESTE TEMA QUE AFECTA A GRAN PARTE DE LOS DOMINICANOS ENVEJECIENTES ME HA PARECIDO INTERESANTE POR ESO LO COMPARTOAUTOR
Ramón Antonio Veras (hijo)
fuente
http://lainformacion.com.do/noticias
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