Quiero hacer un reconocimiento público a la autora de este blog y directora del Centro de Orientación para la Tercera Edad, Lic. Raquel Demorizi, por todos sus aportes para enriquecer nuestros conocimientos acerca de la llegada de todo ser humano a una etapa de la vida que no nos gusta, pero que es inevitable: la vejez.
Gracias a sus reflexiones podemos ver esta fase de nuestra vida otoñal como un largo periplo, donde vamos acumulando conocimientos y experiencias que bajo ninguna circunstancia debemos desperdiciar, sino, transferirlo a los jóvenes que tomarán nuestra antorcha cuando tengamos que realizar ese viaje inevitable, sin retorno, hacia nuestra morada final.
Me siento orgullosa de ser hermana de una mujer de tanta riqueza interior, ya que afortunadamente me doy cuenta que debajo de esa apariencia humilde, solícita y dedicada por entero al bienestar de los demás -pero especialmente preocupada por las personas envejecientes- se encuentra una dama de extraordinaria fortaleza espiritual. Sólo me resta pedir a Dios que prolongue su peregrinación en la tierra, para beneficio de todos sus lectores.
Finalmente recordar que: el que no llega a viejo... es porque se murió joven
Yolanda Esther Demorizi
1 comentario:
a Dios sea la honra.
es quien da y quita toda gracia.
gracias
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