¿Como podemos menospreciar la vida de nuestros ancianos?, eso va en contra de nuestra propia vida, en contra de esa lozanía que exhibimos aún hoy, porque jamás lograremos detenernos en el tiempo. No podemos quedarnos en el andén, y ver pasar a los demás, pués la pócima de la eterna juventud aún no existe.
No hay una idea mas absurda que mirar nuestros ancianos como si ya no estuvieran. Hay que sentirse agradecidos por tenerlos y debemos también sentirnos contentos de saber que entraremos -no muy tardío- a esa edad de SER VIEJO, pues es la única forma de vivir, pero vivir disfrutándola, no lamentándonos.
El anciano es una persona que debido a la misma vida ha dejado de pensar con razonamientos; ahora mas reposado sigue pensando, pero pone mas el corazón en sus meditaciones y reflexiones. ¿y como no hacerlo?, la vida la ha pasado razonando en esto o en aquello, en lo correcto y en lo no correcto. Ahora, piensa un poquito mas en si mismo pues los años vividos le han sensibilizado, hoy las emociones se han apoderado de sus corazones, y tal parecería que ese corazón es su cerebro. Es demasiado importante en estos momentos sentirse amados, mimados, aceptados, parte de alguien. Hoy no interesa hacer preguntas ni buscar motivos a cada cosa, solo interesa sentir el corazón pleno pero ¿pleno de que? pleno de amor.
Ese anciano en casa que dio tanto en su vida por ti y para ti y que te estorba un poco, tan solo anhela le mires con aprecio sin señalarle sus defectos, ¿acaso se los vas a cambiar? NO, sólo te pertenece modificar los tuyos para que no te enfrasques tanto en esas cositas que tienen y que ahora que están viejitos es que mas los notas.
Pero ¿te has dedicado a pensar que en toda tu vida ellos toleraron tus mañas e imperfecciones? ¿Verdad que también tienes muchas? Entonces juguemos a que te acepto y me aceptas: ES MAS LINDO Y JUSTO.
Supongo que han sido innumerables las veces que disculparon tus mala crianzas, y aunque quizás rezongando volvían a iniciar el trato contigo llenos de amor. Y tu ahora no les toleras... que triste, ¿no te lo parece?. Como te cuidaron, como te alimentaron, como te educaron y cuanto hasta hoy por ti se han desvelado. ¿a cambio de que? A cambio de tu descontento e insatisfación ¿cuantas veces tu hoy anciana madre, preparó una suculenta comida para que tu se la dejaras servida porque eso no te apetecía?, ¿cuantas veces pasó el día poniendo implacable la casa para que tu en un instante la alborotaras toda sin compasión?, ¿cuantas veces luego de una larga faena en vez de recibir una palabra de gratitud le hablaste altanera e irrespetuosamente? y al otro día volvió a servirte, aunque dolida, pero con amor.
Y hoy te estorban. Hoy que están enfermos, con menos fuerzas, cansados y aún así tienen sus hombros dispuestos a sostener tu cabeza y alentarte en tus momentos de angustia, llorar contigo tus penas y alegrías. Que lástima, que mañana estarás sin su compañía y entonces querrás tenerlos ahí, aunque te estorben, pero ya el tiempo habrá culminado. Solo dales lo que esos corazones desean hoy... un poquito de tu amor. Lo demás no es tan necesario.
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