Llegó la hora del nido vacío, ¿donde están nuestros hijos que con tanto esmero hemos cuidado? que hermoso fue cuando recibimos la noticia del embarazo, parimos con dolor, por eso nos duelen tanto, luchamos duro para ayudarlos a convertirse en hombres y mujeres dignos, les hemos acompañado en el proceso de crecimiento, preparación para enfrentar la vida, y ahora que deseamos y estamos dispuestos a disfrutar de los hijos con libertad y menos presión se marchan del hogar. De nuevo solos, con pareja o sin pareja, estamos solos, todos en la familia se han marchado por sus propios caminos. ¡Cuán difícil es tener que iniciar la vida sin ellos! eran el motor de arranque de nuestro diario vivir. ¿Como seguir viviendo sin nuestros niños? siempre serán nuestros niños.
¡'Que vacío tan enorme hay en casa! Ya no se oyen las discusiones entre hermanos ni los pleitos por las cosas dejadas fuera del lugar, ni los pleitos por ocupar los mismos lugares en la mesa o por ver distintos programas en la tele.
Me cuestiono ¿Cómo será mi vida ahora? estamos pensionados, no nos dan trabajo, y como parejas apenas tenemos que compartir, ya no hay que hacer planes para ir a la reunión escolar mañana, ni a cumplir ningún compromiso con los hijos, no hay que salir a comprarles su ropa de navidad ni escolar... estamos solos. Todo ha quedado atrás, nuestro rol de padres ha culminado. Creo que hasta un poco de miedo al mañana sentimos. Todo es diferente, mucho silencio, poco afán, poca finanza y además los achaques de los años que no se están ocultando.
Sea que haya tenido un buen esposo y aun estén juntos, o que estén juntos pero separados dentro del mismo hogar, porque hubo un mal matrimonio marcado por cosas negativas que ya no pueden repararse. Lo hecho, hecho está. Su matrimonio habrá llegado con la vejez sólidamente o tambaleante, la cosa es que están juntos y solos, cada quien ha partido del nido a establecer el propio.
Llegó el momento de recoger lo sembrado, habrán quienes estén con las manos llenas y otros con ellas vacías, habrán quienes estén con las manos llenas pero el corazón desolado, y otros con las manos vacías pero el corazón rebosante de detalles que le permiten agradecer a Dios estos momentos.
Sea cual sea su situación, es el momento de comunicarse como nunca antes lo ha hecho, perdonar y establecer un nuevo pacto, pues mal vivir en la ancianidad es enfermar y morir antes de tiempo. Urge encontrar una motivación que llene todos los espacios existentes ahora dentro del hogar y dentro de cada vida interior. Hoy se les presenta un tiempo libre que no se debe echar a perder, es hora de hacer amigos, de distraerse, es hora de amar. Si ha de continuar viviendo el resto de sus días con su pareja debe tratar que sean mejores que los pasados y limar toda aspereza.
Solo quedan ustedes dos, por lo tanto, es momento de unión, quizás ahora logren vivir explosivamente ese amor que parece ya muerto, desempolve la tumba donde con el tiempo han enterrado su amor, sus afectos, por motivos de inmadurez o la rutina o quizás por las amarguras sufridas en el trayecto pero que hoy es claro que no aportan nada positivo. OLVIDE Y PERDONE.
Si solo se tienen ustedes dos, vivan en armonía y envejezcan en armonía, no importa que un tiempo atrás hayan puesto barreras entre ambos, derríbelas y comiencen a construir sobre un nuevo cimiento, sobre el cimiento de una relación viva, saludable, eficaz y cercana entre ambos, el día de hoy, es el día de hoy, el de mañana no sabemos si vendrá. Bendigan los años que han pasado juntos y bendigan el fruto de esos años en convivencia hayan sido difíciles o fáciles, porque esos fueron los que Dios les dio y entenderán al final que todo obra para bien.
autora LIC. RAQUEL DEMORIZI L.
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