Solemos convertirnos en viejos esquivos, no creemos en nadie, pensamos que nos engañan, no nos toleran, no nos aman, van a robarnos, solo desean lo que tenemos y eso no es cierto. Son mas los que nos quieren que los que no nos quieren, lo que sucede es que nosotros mismos vamos colocando escombros en el camino y de tanto desconfiar ahuyentamos de nuestro lado a nuestra gente.
Creer en cualquier persona, no es lo que quiero decir, pero si tenemos y debemos creer en alguien y mas que nada en Dios, siempre poniendo confianza en cosas correctas. Para ello debemos permitir que nuestro pensamiento se llene de positividad y notaremos que la confianza ira en la dirección donde pongamos nuestros pensamientos.
Esa confianza producirá el anhelo de hacer que otros confíen, no olvidemos que la confianza no viene con el esfuerzo de intentar tener fe o estar preocupados por sus resultados, la confianza brota al concentramos en la fuente de la misma confianza y esa fuente es Dios.
Debemos ver el mañana como una nueva oportunidad pero para ello debemos creer que sera tan bueno como el de ayer, si pensamos lo contrario entonces no tenemos fe.
Si creemos que nuestra vida esta en la mano de Dios estemos tranquilos pues sus manos son seguridad. Así mismo si usted esta enfermo y ya esta en manos de un medico debe confiar que ese medico esta haciendo todo cuanto es mejor para su salud, entonces confíe.
Si no tiene el dinero de la renta es difícil confiar que dentro de un rato llegará de la nada, pero si vuelve y recuerda que está en manos de Dios, entonces será mas fácil pues no hay ni uno de sus hijos desamparados aunque así no lo vea en el momento de dificultad . Si desespera nunca descubrirá la solución pero si tiene fe aun sea pequeñita sera resuelto el problema de hoy por grande que le parezca.
Si alguien le cuida, confíe que le cuida con afecto, con amor, aunque esa persona tenga su rostro serio, si no, al ver su cuidador la confianza que en el deposita, le cuidara con esmero. Obre así en todos los instantes de su vida y notara en corto tiempo que no hay problema grande sino fe pequeña. Que hoy tengas tantos años no es motivo para no continuar creyendo fielmente y firmemente que tiene una vida por delante, una por vivir y esa vida es tu vida, en tus manos y por consiguiente, integramente, estas en manos de Dios. Y si estas en sus manos puedes dormir confiado.
autora: raquel demorizi
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