Posadas (Por Sebastián Korol).
Hablar con el médico José Leandro Miérez (79), director de Gerontología del Ministerio de Salud, deja la sensación de estar ante una persona que seguramente pasará a la historia de Misiones por sus incontables aportes a la Salud Pública.
Hablar con el médico José Leandro Miérez (79), director de Gerontología del Ministerio de Salud, deja la sensación de estar ante una persona que seguramente pasará a la historia de Misiones por sus incontables aportes a la Salud Pública.
“Soy el más viejo de todos, el 'gerontodinosaurio'. Como a veces soy demasiado sincero, molesto a mucha gente, Dios dirá hasta cuando”, se presenta entre risas.
Con sus casi 80 años y cinco décadas de trabajo ininterrumpido en el sistema sanitario provincial, señala que “sigo peleando porque a los viejos se les trate con dignidad y no se les mienta. Me gusta lo que hago, todavía me siento con fuerza, me gusta hablar con la gente vieja y con la gente joven, con ellos aprendo un montón de cosas”.
“Cuando por primera vez ocupé un cargo público, papá me invitó a caminar y me dijo: ‘Tu padre y tu madre te dejaron un buen nombre, no lo manches'. Y con eso me marcó de por vida, sobre cómo tenía que comportarme en la comunidad y en la administración pública”, expresa.
“Cuando por primera vez ocupé un cargo público, papá me invitó a caminar y me dijo: ‘Tu padre y tu madre te dejaron un buen nombre, no lo manches'. Y con eso me marcó de por vida, sobre cómo tenía que comportarme en la comunidad y en la administración pública”, expresa.
Leandro resalta la importancia de trabajar en la rehabilitación de lo que se va perdiendo debido al proceso normal del envejecimiento. Y observa que “si todo el dinero que debe destinarse a los viejos y que fue recaudado para los viejos llegara a los viejos, tendríamos viejos de primera y 'pipí-cucú'."
¿Para usted cuál es la clave para llegar a viejos en buena forma?Uno envejece de acuerdo con cómo ha vivido. Si en la vida sos una persona ordenada, que ha valorado tanto lo psíquico como lo físico, vas a ir envejeciendo sanamente. Por eso, hay un trabajo de investigación con respecto al envejecimiento de acuerdo con las profesiones que uno va desarrollando. Si desde chico pensás que vas a ir envejeciendo y vas a ir perdiendo ciertas cosas, tenés que entender que tenés que saber adaptarte psíquicamente, físicamente, social y económicamente. Y siempre, aunque convivas con tu generación, trabajar con gente más joven y en lo posible, que sepan más que vos. Vos le podés volcar tu experiencia: por acá andá y por allá no. Pero trabajar con la gente joven es lo más enriquecedor. Lastimosamente hay mucha gente joven que no acepta el consejo que le puede dar el anciano.
Entonce
s hay que cuidarse y tener una vida activa: caminar, salir, dialogar, escuchar, contar, y tender la mano siempre. Entonces acuérdense del buen samaritano, la inmensa felicidad que tuvo al servir a otras personas. Yo soy de 'ayúdate, que Dios te ayudará'. Los milagros, para mí -lo digo siempre- no existen. Lo que vos pedís es que te den fuerza para seguir luchando, pero el esfuerzo lo tenés que hacer vos.
'Si no trabajás, no tenés derecho a comer', decía San Pablo. Entonces, hay que generar fuentes de trabajo, hay que usar la mano de obra de las personas de edad, hay que crear no solamente clubes, que me parecen extraordinarios, sino también espacios donde desarrollen pequeñas actividades de acuerdo con los oficios que ellos han tenido.
¿Y la educación también forma parte de la clave…?
Está para eso la educación no formal, porque en la provincia el 25 por ciento de las personas mayores de 60 años no saben leer ni escribir. Y eso hay que ponerlo en movimiento, y enseñarles a leer y escribir y las cuatro operaciones matemáticas básicas: multiplicar, restar, dividir y sumar. Entonces la gente tendrá independencia.
Hay muchos programas, muchas cosas muy buenas que se están haciendo, pero se puede hacer mucho más, y a eso hay que apuntar. Yo peleo porque a los viejos se les trate con dignidad y no se les mienta. En estos momentos, Pami ha mejorado muchísimo y está haciendo un buen seguimiento, porque había gente que era amiga de lo ajeno y no llegaban los fondos donde tenían que llegar. En este momento, hay que señalarlo, se está trabajando bien.
¿Cuáles son las mejores maneras de cuidar a nuestros abuelos?Para comprender el envejecimiento, hay que aclarar que existe la edad biológica y la edad cronológica. Vos podés tener 70 años cronológicamente, pero biológicamente, de acuerdo con cómo hayas vivido y cómo te fuiste cuidando a lo largo de tu vida, podés tener un desgaste mayor. La senescencia es el envejecimiento normal, lo otro es la senilidad.
Creo que en primer lugar, hay que fortalecer la educación: explicar a la gente que en el proceso de envejecimiento se van perdiendo un montón de cosas. Lo que a mí me interesa es la rehabilitación de lo que se va perdiendo debido al proceso normal del envejecimiento.
A veces cuesta mucho, porque hay estructuras superiores que le tienen miedo al envejecimiento, entonces no lo tratan. A veces me tratan como viejo, gracias a Dios, porque me siento orgulloso, porque no cualquiera llega a ser viejo.
Por otra parte, el viejo, en lo posible, cuando le llegue el momento de morir, tiene que estar en su cama y rodeado de su familia.Cuando a una persona de edad le llega el momento de irse, hay que dejarlo ir, excepto que tenga una posibilidad verdadera de vivir. Porque sino, meterlo en terapia intensiva es lo más inhumano que hay, te meten tubos por todos lados, estás desnudo a una temperatura... no es lo mejor hacerle 25 mil cosas para que no se muera, tampoco hay que hacerle eutanasia, sino lo mínimo para que muera con dignidad y en los últimos momentos no sufra.
La familia tiene que saber esto, porque a veces hay familias que con un sentimiento totalmente egoísta quieren que le hagan todo, y a veces cuando una persona de edad se va, hay que agradecer si vivió con plenitud. Porque una cosa es ser viejo, y otra es ser anciano. Viejo es cuando los años te fueron cambiando. Anciano es aquella persona que aparte de la fortuna que pudo haber hecho, los títulos nobiliarios que pueda tener, los cargos que ocupó, el prestigio que ganó, siempre defendió la Justicia, la verdad, ayudó al prójimo, e hizo las cosas con amor. Ése es el anciano, el que reúne esas condiciones. Ojalá todos pudieran llegar a ser ancianos y no viejos, porque es distinto.
¿Cómo ves la situación actual de los adultos mayores en Misiones y el país?Si todo el dinero que debe destinarse a los viejos y que fue recaudado para los viejos llegara a los viejos, tendríamos viejos de primera y ‘pipí-cucú’. Lo que pasa es que es una reserva de dinero que es tradicional -todos los gobiernos lo han hecho- sacan para compensar un montón de cosas. Me parece que está bien, porque el que está arriba decide. Pero tiene que aceptar las consecuencias de lo que está haciendo y no deformar la verdad.
Se están haciendo muchas cosas por los ancianos pero se podría hacer muchísimo más. Un ejemplo lo tenemos acá (Dirección de Gerontología del Ministerio de Salud), nosotros recorremos todos los días los distintos Caps, recogemos información sobre diagnósticos, damos charlas, capacitamos gente. Hubo una época que la unidad geriátrica traía enfermeros de toda la provincia y lo teníamos cinco días viviendo con las personas de edad, para enseñarles lo que tenían que hacer.
Y también recogimos durante muchísimos años los diagnósticos de los consultorios externos, los diagnósticos de los egresos, y los diagnósticos de los que se morían. Y sacamos las primeras causas de cada uno de ellos.
La tendencia es que cada vez van a haber más personas de edad, porque ha disminuido la mortalidad infantil, ha disminuido la mortalidad en general, hay una infinidad de lugares para atención y kilómetros de caminos que mejoran la accesibilidad.
Entonces, un tercio de los presupuestos se gasta en la atención de las personas de edad, porque tienen más consultas, permanecen más tiempo internados, gastan entre 15 y 17 medicamentos distintos en el año, y por eso hay que apuntalar eso. Hay que hacer vademécum especiales para las patologías más relevantes de los abuelos.
Usted dice que hubo mejoras en los últimos años, ¿en qué aspectos se avanzó?Ahora se brinda más atención al anciano y se mejoró la parte de los medicamentos. Pero creo que la capacitación de los promotores de salud todavía es insuficiente, son muy pocas las horas que reciben de capacitación en geriatría y gerontología, tendrían que tener mucho más, para que cuando detecten algún anciano con problemas nos avisen, así va nuestro equipo y se le brinda la asistencia especializada.
¿Cuáles son las características propias de los abuelos de Misiones?Una de las características de acá -gracias a Dios- es que todavía sigue funcionando la familia patriarcal, por lo que la gente de edad no quiere irse de su familia y la familia no lo quiere largar al viejo.
Entonces, ahí me parece que hay que crear sistemas de visitas domiciliarias, para ir a darle la asistencia que corresponde, y cuando la patología supere esa atención, internarlo, para que en el menor tiempo posible, con la mejor calidad, ellos salgan. Y después seguir haciéndole los controles. Eso se puede hacer.
¿Para usted cuál es la clave para llegar a viejos en buena forma?Uno envejece de acuerdo con cómo ha vivido. Si en la vida sos una persona ordenada, que ha valorado tanto lo psíquico como lo físico, vas a ir envejeciendo sanamente. Por eso, hay un trabajo de investigación con respecto al envejecimiento de acuerdo con las profesiones que uno va desarrollando. Si desde chico pensás que vas a ir envejeciendo y vas a ir perdiendo ciertas cosas, tenés que entender que tenés que saber adaptarte psíquicamente, físicamente, social y económicamente. Y siempre, aunque convivas con tu generación, trabajar con gente más joven y en lo posible, que sepan más que vos. Vos le podés volcar tu experiencia: por acá andá y por allá no. Pero trabajar con la gente joven es lo más enriquecedor. Lastimosamente hay mucha gente joven que no acepta el consejo que le puede dar el anciano.
Entonce
'Si no trabajás, no tenés derecho a comer', decía San Pablo. Entonces, hay que generar fuentes de trabajo, hay que usar la mano de obra de las personas de edad, hay que crear no solamente clubes, que me parecen extraordinarios, sino también espacios donde desarrollen pequeñas actividades de acuerdo con los oficios que ellos han tenido.
¿Y la educación también forma parte de la clave…?
Hay muchos programas, muchas cosas muy buenas que se están haciendo, pero se puede hacer mucho más, y a eso hay que apuntar. Yo peleo porque a los viejos se les trate con dignidad y no se les mienta. En estos momentos, Pami ha mejorado muchísimo y está haciendo un buen seguimiento, porque había gente que era amiga de lo ajeno y no llegaban los fondos donde tenían que llegar. En este momento, hay que señalarlo, se está trabajando bien.
¿Cuáles son las mejores maneras de cuidar a nuestros abuelos?Para comprender el envejecimiento, hay que aclarar que existe la edad biológica y la edad cronológica. Vos podés tener 70 años cronológicamente, pero biológicamente, de acuerdo con cómo hayas vivido y cómo te fuiste cuidando a lo largo de tu vida, podés tener un desgaste mayor. La senescencia es el envejecimiento normal, lo otro es la senilidad.
Creo que en primer lugar, hay que fortalecer la educación: explicar a la gente que en el proceso de envejecimiento se van perdiendo un montón de cosas. Lo que a mí me interesa es la rehabilitación de lo que se va perdiendo debido al proceso normal del envejecimiento.
A veces cuesta mucho, porque hay estructuras superiores que le tienen miedo al envejecimiento, entonces no lo tratan. A veces me tratan como viejo, gracias a Dios, porque me siento orgulloso, porque no cualquiera llega a ser viejo.
Por otra parte, el viejo, en lo posible, cuando le llegue el momento de morir, tiene que estar en su cama y rodeado de su familia.Cuando a una persona de edad le llega el momento de irse, hay que dejarlo ir, excepto que tenga una posibilidad verdadera de vivir. Porque sino, meterlo en terapia intensiva es lo más inhumano que hay, te meten tubos por todos lados, estás desnudo a una temperatura... no es lo mejor hacerle 25 mil cosas para que no se muera, tampoco hay que hacerle eutanasia, sino lo mínimo para que muera con dignidad y en los últimos momentos no sufra.
La familia tiene que saber esto, porque a veces hay familias que con un sentimiento totalmente egoísta quieren que le hagan todo, y a veces cuando una persona de edad se va, hay que agradecer si vivió con plenitud. Porque una cosa es ser viejo, y otra es ser anciano. Viejo es cuando los años te fueron cambiando. Anciano es aquella persona que aparte de la fortuna que pudo haber hecho, los títulos nobiliarios que pueda tener, los cargos que ocupó, el prestigio que ganó, siempre defendió la Justicia, la verdad, ayudó al prójimo, e hizo las cosas con amor. Ése es el anciano, el que reúne esas condiciones. Ojalá todos pudieran llegar a ser ancianos y no viejos, porque es distinto.
¿Cómo ves la situación actual de los adultos mayores en Misiones y el país?Si todo el dinero que debe destinarse a los viejos y que fue recaudado para los viejos llegara a los viejos, tendríamos viejos de primera y ‘pipí-cucú’. Lo que pasa es que es una reserva de dinero que es tradicional -todos los gobiernos lo han hecho- sacan para compensar un montón de cosas. Me parece que está bien, porque el que está arriba decide. Pero tiene que aceptar las consecuencias de lo que está haciendo y no deformar la verdad.
Se están haciendo muchas cosas por los ancianos pero se podría hacer muchísimo más. Un ejemplo lo tenemos acá (Dirección de Gerontología del Ministerio de Salud), nosotros recorremos todos los días los distintos Caps, recogemos información sobre diagnósticos, damos charlas, capacitamos gente. Hubo una época que la unidad geriátrica traía enfermeros de toda la provincia y lo teníamos cinco días viviendo con las personas de edad, para enseñarles lo que tenían que hacer.
Y también recogimos durante muchísimos años los diagnósticos de los consultorios externos, los diagnósticos de los egresos, y los diagnósticos de los que se morían. Y sacamos las primeras causas de cada uno de ellos.
La tendencia es que cada vez van a haber más personas de edad, porque ha disminuido la mortalidad infantil, ha disminuido la mortalidad en general, hay una infinidad de lugares para atención y kilómetros de caminos que mejoran la accesibilidad.
Entonces, un tercio de los presupuestos se gasta en la atención de las personas de edad, porque tienen más consultas, permanecen más tiempo internados, gastan entre 15 y 17 medicamentos distintos en el año, y por eso hay que apuntalar eso. Hay que hacer vademécum especiales para las patologías más relevantes de los abuelos.
Usted dice que hubo mejoras en los últimos años, ¿en qué aspectos se avanzó?Ahora se brinda más atención al anciano y se mejoró la parte de los medicamentos. Pero creo que la capacitación de los promotores de salud todavía es insuficiente, son muy pocas las horas que reciben de capacitación en geriatría y gerontología, tendrían que tener mucho más, para que cuando detecten algún anciano con problemas nos avisen, así va nuestro equipo y se le brinda la asistencia especializada.
¿Cuáles son las características propias de los abuelos de Misiones?Una de las características de acá -gracias a Dios- es que todavía sigue funcionando la familia patriarcal, por lo que la gente de edad no quiere irse de su familia y la familia no lo quiere largar al viejo.
Entonces, ahí me parece que hay que crear sistemas de visitas domiciliarias, para ir a darle la asistencia que corresponde, y cuando la patología supere esa atención, internarlo, para que en el menor tiempo posible, con la mejor calidad, ellos salgan. Y después seguir haciéndole los controles. Eso se puede hacer.
Y tienen las características de todos los argentinos, padecen muchas necesidades. En nuestro país las jubilaciones son un castigo, no un premio. Si estabas ganando mil, de golpe pasas a ganar 200 o 300, ¿y así cómo te mantenés?
Misiones está en avanzada en cuanto a legislación. Nosotros tenemos la Ley de Ancianidad, que fue un trabajo que hizo la ex diputada Garallo, que establece la creación en cada municipio de un consejo de adultos mayores. De los 75 municipios que tiene Misiones, ni siquiera diez -me puedo equivocar- tienen creado ese consejo.
Misiones está en avanzada en cuanto a legislación. Nosotros tenemos la Ley de Ancianidad, que fue un trabajo que hizo la ex diputada Garallo, que establece la creación en cada municipio de un consejo de adultos mayores. De los 75 municipios que tiene Misiones, ni siquiera diez -me puedo equivocar- tienen creado ese consejo.
Ahora se está reglamentando la creación de los ancianatos, los establecimientos que se dedican a la atención de los ancianos. Porque vos vas a algunos de ellos y son peor que los campos de concentración. ¿Quién los habilitaba? ¿Cómo se habilitaban? Nosotros tenemos la responsabilidad ahora de evaluar, no solamente desde el punto de vista edilicio, sino también el personal, la función, etcétera. Nosotros tenemos que poner el visto por el sí o no, pero es el municipio el que va a dar la habilitación final. Y tiene que ser responsable la persona del municipio que firme.
¿Cuál es la expectativa de vida en Misiones y cómo estamos en comparación con otras provincias u otros países de la región?La mujer tiene una sobrevida que supera de siete a diez años al varón. No es el sexo débil: es el mamífero que más vive sobre la tierra. La mujer está mas o menos en 74/75 y un poquito más y el hombre está siempre entre 5 y 7 años menos.
Fijate cómo fue creciendo la población de más de 60 años en Misiones, según datos del Instituto provincial de Estadísticas y Censos. El primer censo -aparte del que hicieron los Jesuitas- se hizo en 1895. En ese censo, apenas el 2,5 de la población era mayor de 60. Después fue creciendo. Y estamos actualmente más o menos en el 10 por ciento de la población.
¿Cuál es la expectativa de vida en Misiones y cómo estamos en comparación con otras provincias u otros países de la región?La mujer tiene una sobrevida que supera de siete a diez años al varón. No es el sexo débil: es el mamífero que más vive sobre la tierra. La mujer está mas o menos en 74/75 y un poquito más y el hombre está siempre entre 5 y 7 años menos.
Fijate cómo fue creciendo la población de más de 60 años en Misiones, según datos del Instituto provincial de Estadísticas y Censos. El primer censo -aparte del que hicieron los Jesuitas- se hizo en 1895. En ese censo, apenas el 2,5 de la población era mayor de 60. Después fue creciendo. Y estamos actualmente más o menos en el 10 por ciento de la población.
La tendencia es que cada vez va a haber mayor cantidad de gente de edad. Por eso, la sociedad tiene que tomar conciencia de que el cuidado y la prestación del servicio al anciano es responsabilidad de todos: del propio anciano, de su familia, del entorno y la comunidad, para que tengamos municipios saludables. ¿Adónde apuntamos? A la prevención, a través de la educación sanitaria -que es la promoción-, y la protección: vacunas, cuidados de los accidentes en la familia y en la vía pública.
Entonces, es necesario prever que hay mucha gente que va envejeciendo, y la demanda va a ser mucho más grande en la parte de medicamentos, vestimenta, alimentación, viviendas.
Hicimos un trabajo en todos los municipios para ver en qué condiciones están los mayores de 60 años: el 80 por ciento es independiente, se maneja por su propia cuenta. El 15 por ciento ya tiene dificultades para moverse, y el 5 por ciento está internado o postrado. Entonces a mí me interesa trabajar en esa franja, en la recuperación de lo que se va perdiendo.
¿De qué se enferman y mueren nuestros adultos mayores?La mayor canti
dad de problemas son de tipo vascular, después hay trastornos en la parte psíquica, por esclerosis que también tiene orígenes vasculares, de ahí que hay toda una serie de técnicas para poder cuidarnos.
También hay infecciones, que parte de los adultos toleran mal, porque sus defensas han disminuido.
Y están los problemas de osteoporosis, en la parte de los huesos y articulaciones. Por eso, lo fundamental para la prevención son los controles periódicos.
El perfil
• José Leandro Miérez
Llamado igual que su padre -correntino, primer veterinario en Misiones- e hijo de madre española, José Leandro Miérez (79) nació en Posadas, Misiones, el 17 de julio de 1931. Es médico, egresado en 1961 de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Diplomado en Salud Pública y especializado en Geriatría, Gerontología y Hemoterapia.
“Pepe”, “Lolo”, o “Miérez, el viejo”, tiene 6 hijos y 22 nietos.
Entre las décadas de 1960 y 1970, fue Subsecretario de Salud en tres oportunidades. También dirigió el Sanatorio Infeccioso Pedro Baliña y el Hospital Psiquiátrico Ramón Carrillo.
Asimismo, fue jefe del programa de Control de Chagas-Mazza (1966) coordinador del programa de salud rural (1970), y director organizador de la Unidad Geriátrica de Miguel Lanús (1973-2005).
Desde 2005 a la fecha, se encuentra al frente de la Dirección de Gerontología del Ministerio de Salud de Misiones.
fuente
http://www.territoriodigital.com
NOTA: SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL , SIEMPRE Y CUANDO SE CITE LA FUENTE Y/O EL NOMBRE DE SU AUTORA
Entonces, es necesario prever que hay mucha gente que va envejeciendo, y la demanda va a ser mucho más grande en la parte de medicamentos, vestimenta, alimentación, viviendas.
Hicimos un trabajo en todos los municipios para ver en qué condiciones están los mayores de 60 años: el 80 por ciento es independiente, se maneja por su propia cuenta. El 15 por ciento ya tiene dificultades para moverse, y el 5 por ciento está internado o postrado. Entonces a mí me interesa trabajar en esa franja, en la recuperación de lo que se va perdiendo.
¿De qué se enferman y mueren nuestros adultos mayores?La mayor canti
También hay infecciones, que parte de los adultos toleran mal, porque sus defensas han disminuido.
Y están los problemas de osteoporosis, en la parte de los huesos y articulaciones. Por eso, lo fundamental para la prevención son los controles periódicos.
El perfil
• José Leandro Miérez
Llamado igual que su padre -correntino, primer veterinario en Misiones- e hijo de madre española, José Leandro Miérez (79) nació en Posadas, Misiones, el 17 de julio de 1931. Es médico, egresado en 1961 de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Diplomado en Salud Pública y especializado en Geriatría, Gerontología y Hemoterapia.
“Pepe”, “Lolo”, o “Miérez, el viejo”, tiene 6 hijos y 22 nietos.
Entre las décadas de 1960 y 1970, fue Subsecretario de Salud en tres oportunidades. También dirigió el Sanatorio Infeccioso Pedro Baliña y el Hospital Psiquiátrico Ramón Carrillo.
Asimismo, fue jefe del programa de Control de Chagas-Mazza (1966) coordinador del programa de salud rural (1970), y director organizador de la Unidad Geriátrica de Miguel Lanús (1973-2005).
Desde 2005 a la fecha, se encuentra al frente de la Dirección de Gerontología del Ministerio de Salud de Misiones.
fuente
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NOTA: SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL , SIEMPRE Y CUANDO SE CITE LA FUENTE Y/O EL NOMBRE DE SU AUTORA
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